Calcetines de cuadros

Una pipa, una gabardina y calcetines de cuadros

Leonard Cohen cantó una vez una famosa canción sobre un igualmente famoso impermeable azul, que nos sirve como ilustración para nuestra tesis calcetera. ¿No son unos calcetines de cuadros con una gabardina, una pipa llena de aromático tabaco, un sombrero de ala no demasiado ancha, unos zapatos con gusto, un paraguas con un mango primorosamente decorado, en una palabra, no son todos estos accesorios el símbolo de un determinado tipo de elegancia antigua? El poeta canadiense no ha sido citado aquí por casualidad, ya que precisamente su recuerdo puede ser una imagen residual, una encarnación, la idea platónica de nuestros conceptos. Cuando hablamos de modelos del pasado se nos vienen a la mente única y exclusivamente connotaciones positivas. Este refinamiento contiene incluso un aire de dandismo, de libertad de ser y de ligereza a la hora de moverse en cualquier contexto social. ¿Esta seguridad en uno mismo es innata o puede que haya que ponerse unos calcetines de cuadros para andar por la vida como si te perteneciese? Aquí las opiniones no son unánimes. Unos dicen que puedes mantener la autoridad y una dignidad inalienable incluso con un pijama raído. Otros, a su vez, buscan las virtudes en las señales exteriores de una existencia ordenada: así es, al menos, en el caso del proverbio sobre los zapatos limpios (¡los zapatos hablan de la persona!). ¿Qué podemos decir? A algunos caballeros ya no les podemos pedir su opinión. ¡Por lo tanto, lo suyo es ponerse simplemente unos calcetines de cuadros y convencerse uno mismo!

Calcetines de cuadros: para la oficina o para el bosque

En la colección Many Mornings ocupa un lugar especial cierto leñador del modelo Lumberjack Life, que en cierta forma nos engañó al decirnos que los calcetines de cuadros solo son adecuados para una vida llena de aventuras en el bosque. Según él, este diseño puede ser útil ante todo para unos pies cansados del trabajo, que recorren muchos kilómetros en busca de desafíos y posibilidades de aumentar su fuerza física. Aunque – como se sabe del País de Oz – todo leñador tiene un corazón de oro y a veces es demasiado ingenuo y tiene tendencia a ir por caminos demasiado directos. Se repite que de cada explorador con calcetines Scout Memory saldrá un hombre del bosque. Pero las personas cambian: a pesar de ser maestros a la hora de aproximarse sin hacer ruido y de conseguir todas las habilidades, en su vida adulta comienzan su carrera en una corporación. Esto es conforme con nuestra intuición de que los calcetines de cuadros son adecuados como calcetines de colores para un traje. Al fin y al cabo puede que no haya una idea más universal si se trata de calcetines, sobre todo en la moda masculina. Así que, si os encontráis con un leñador, dejad que lo sepa: que no suelte palabras irreflexivas, porque a veces la primera impresión es equivocada.

Gambito con calcetines de cuadros

El ajedrez es un juego con barba, en cuya estrategia practicaron comandantes de históricas batallas, y paciencia: jóvenes adeptos a los deportes intelectuales. El tablero de ajedrez inspira a nuevas generación a medir simbólicamente sus fuerzas y debilidades, ya que también tuvo su dimensión política (cuando las clasificaciones mundiales estaban dominadas por jugadores de la Unión Soviética). Sin embargo, últimamente, gracias a una serie de Netflix con una narración bien llevada, el ajedrez está viviendo un auténtico renacimiento. Y si se trata de Gambito de dama, entonces solo con calcetines de cuadros. El tablero de ajedrez calcetero permite analizar los movimientos ya en la imaginación, durante cada paso dado en un paseo. Además, ayuda a mantener el estilo y la elegancia propia de este juego. ¡Así que poneos unos calcetines de cuadros y esperad a la pareja adecuada!»